«Cuando el amor y la habilidad trabajan juntos el resultado es una obra maestra.»John Ruskin
“La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica”.Aristóteles
“Más vale maña que fuerza”.Refrán popular
Se define destreza como la “habilidad o arte con el cual se realiza una determinada cosa, trabajo o actividad” y también se indica que es “haciéndolo bien, de manera correcta, satisfactoria”. Se sugiere que aunque hay algunas que son innatas (se nace con ellas), la mayoría son adquiridas con la experiencia, generalmente a través del estudio, de la práctica y del esfuerzo.
Hay algunos factores que resultan claves a la hora de desarrollar cualquier destreza: la repetición, la constancia, y la inteligencia (cada persona tendrá una inteligencia particular). Lo normal es convertirse en diestro en algo tras un largo proceso realizando dicha actividad. Pensemos por ejemplo cuando aprendemos cualquier cosa nueva, al comienzo nos cuesta mucho ser efectivos, pero con el paso del tiempo, y después de muchos ensayos, progresivamente iremos avanzando hasta alcanzar pericia en su manejo.
Existen muchos tipos de destrezas: auditivas, motrices o corporales, mentales o cognitivas; estas últimas se refieren a que la persona no solo puede adquirir el contenido de una habilidad, sino que se puede devolver y aprender del proceso como la adquirió.
El desarrollo de destrezas físicas por ejemplo para un deportista, en combinación con la preparación física necesaria para ese deporte en particular, permitirá el mejoramiento de cualidades tales como resistencia, fuerza, velocidad, coordinación, flexibilidad, elasticidad, equilibrio y agilidad.
Se usa como sinónimo de capacidad, aunque ésta última tiene que ver más con la potencialidad, con la posibilidad aún no perfeccionada; la destreza en cambio tiene que ver con la habilidad ya desarrollada, dominada a través del entrenamiento.